La expresión se libera mediante la práctica continua y la experimentación incesante. La vida es una fuente de riqueza que el inconsciente explota creativamente y el arte es una abundancia de sorpresas. En la creación, la intención junto con las emociones cuentan, pero el resultado sigue siendo impredecible, no por carencia de técnica sino por su disciplina de experimentación. Inspirar, exhalar, inspirar. Aliento de cada momento, reuniendo cuerpo y alma, retrospectiva e introspectivo, es un proceso de desarrollo cultural, en el que cada creación aporta su propio valor. De lápiz a acrílico, de yeso a collages, de figurativo a abstracto. No me enfoco en el realismo, prefiero los contrastes extraños y distorsionados, las figuras del lenguaje y las líneas sensibles, los colores y las luces que acentúan la atmósfera que quiero transmitir. Sinceramente, encuentro la vida así de bonita que me parece perfecta, y a menudo no encuentro la razón para representar lo que la naturaleza ya consigue muy bien y de donde disfruto observar su aspecto único. Así que prefiero crear, digamos más bien juntar otros acuerdos, para seguir explorando hasta esta vez sorpréndeme.